sábado, 11 de agosto de 2007

PROYECTO: MALAGA, CIUDAD DEL SOL


MÁLAGA, LA ÚLTIMA EN EL PELIGRO DEL CAMBIO CLIMÁTICO


El consumo eléctrico en la ciudad de Málaga ha pasado en el período 2002-2005 de 1.393.000 a 1.922.000 MWh, lo que supone un incremento del 28%. Ello, unido a al número de vehículos motorizados que no cesa de aumentar, a la ampliación de la fábrica de La Araña, a la segunda pista del aeropuerto y al número de edificios construidos, ha llevado a nuestra capital a un consumo energético total de 873.600 tm equivalentes de petróleo.

Este dato implica un aumento de las emisiones de CO2, principal gas de efecto invernadero, de las 2.447.200 tm de 2002 a 2.850.400 tm a final de 2005.

Sin embargo, las recomendaciones de la comisión de expertos en Cambio Climático de la ONU para una ciudad como Málaga son un máximo de 784.000 tm al año, previsión que coincide con la filosofía del Protocolo de Kioto y de la Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático.

Ante este panorama el proyecto de construcción de dos Centrales Térmicas de Ciclo Combinado de gas y gasóleo es contrario al espíritu y los fines de esos documentos, de la Carta Verde de Málaga y hasta del propio Estatuto de Autonomía, recién aprobado.

Estas instalaciones contribuirán a aumentar las emisiones de CO2, no sustituyen ni reducen el funcionamiento de ninguna instalación más ineficiente y antigua y, en consecuencia, no suponen ninguna reducción de contaminantes a la atmósfera ni del consumo de combustibles fósiles.

Así, las emisiones de dióxido de carbono de cada central serán de nada menos que 141 toneladas por hora, es decir, casi 1 millón de toneladas por año. Sólo con ese dato, el aumento estimado de las emisiones de nuestra ciudad para 2011 será de más del 70% respecto a 2005, con un mínimo de 4.850.000tm de CO2, a las que hay que añadir el aumento del tráfico motorizado y de la actividad urbanizadora.

Por otro lado, la ciudad de Málaga vive de espaldas a las energías renovables, al pasar su aportación al consumo eléctrico en los mismos 4 años del 0,3 al 0,2%. Sin ir más lejos, el número de paneles solares térmicos de 1 m2 en Málaga no llega a 1/1000 habitantes, mientras en países con muchas menos horas de sol como Alemania supera los 6/1000 hab. y en otros con menor grado de desarrollo, como Grecia, alcanza los 15 m2/hab.

Sin embargo, teniendo en cuenta la radiación solar que recibe nuestra provincia, bastaría un 0,3% de su suelo ocupada por paneles solares térmicos para abastecerla de energía calorífica y otro 1,4% cubierto por paneles fotovoltaicos y de centrales termosolares para cubrir su demanda de energía eléctrica. Estas cifras serían más bajas aún si se consiguieran niveles de ahorro energético del 20% a medio plazo y si aumentaran los rendimientos de los sistemas solares, como es perfectamente posible.

En resumen, Málaga, al contrario del lema de su escudo, no será la primera, sino la última en el peligro de la sostenibilidad y la lucha contra el Cambio Climático.


LA ALTERNATIVA: LA CIUDAD DEL SOL


Abastecer a Málaga con la energía eléctrica que necesita sin contribuir al Cambio Climático pasa por hacer de esta la CIUDAD DEL SOL con medidas como:

1. Energía solar térmica. Aumentar en un 100% el número de placas solares térmicas para 2009, llegando a los 5 m2/hab. en 2011, elevando los 500.000 m2 actuales hasta los 2.800.000. El Ayuntamiento comenzaría por todos los edificios municipales, incluidos mercados, centros deportivos y colegios públicos, con el objetivo prioritario de reemplazar en la primera fase el uso de electricidad para el agua caliente sanitaria (ACS). El Código Técnico de la Edificación que obliga a instalar placas solares térmicas en viviendas de nueva construcción debe ser cumplido a rajatabla.

2. Energía solar fotovoltaica conectada a red. Prácticamente inexistentes en la actualidad, para 2011 es posible contar con 500.000 m2 de paneles fotovoltaicos. En una primera fase, hasta 2009, se instalarían “tejados solares” fotovoltaicos en todos los edificios municipales, incluidos aparcamientos, colegios públicos, mercados y centros deportivos. Un programa de concienciación, información y asesoramiento ciudadano sobre las ayudas públicas y un programa de incentivos fiscales lograría aumentar el número de placas en viviendas particulares y la inversión en “huertas solares”, dada su alta rentabilidad en Málaga. El Ayuntamiento debería instalar “huertas solares” propias en terrenos municipales de escaso valor. El Código de la Edificación debe ser cumplido a rajatabla.

3. Instalación junto al PTA de una central solar de alto rendimiento. Más sencilla y rentable que la CTCC sería una Central Solar de Ciclo Combinado (CSCC) basada en sistemas termosolares y fotovoltaicos, que complementados con gas natural, tendría un potencial de 500 mW.

El Ayuntamiento debe ser el principal impulsor de la reconversión del proyecto de CTCC de Gas Natural en Campanillas a CSCC. Para 2010 entraría en funcionamiento en su primera fase (100 MW), tal como la que acaba de inaugurarse en Sanlúcar la Mayor (Sevilla), con 300 empleos permanentes.

En el PTA tiene su planta de fabricación la empresa líder europea en el sector de la energía solar, lo que posibilitaría y reduciría los costes de dicha instalación.

4. Aplicación de técnicas de construcción bioclimática. En Málaga pueden alcanzarse ahorros energéticos del 60% aplicando técnicas bioclimáticas sin ningún sobrecosto en el precio final de las viviendas. Es prioritaria su aplicación para 2010 a todos los edificios municipales citados anteriormente.
Conforme recomienda la Carta Verde de Málaga o Agenda Local 21 de 1995, el Ayuntamiento debería hacer realidad para ese año una promoción urbanística de viviendas sociales no contaminantes y autosuficientes energéticamente (el llamado proyecto Bio-Málaga) con el uso de diseños y materiales constructivos y una localización adecuada.

En este punto el Código de Edificación debe ser ampliamente superado por una política de incentivos fiscales y bonificaciones en las tasas urbanísticas a las viviendas que demuestren ahorrar un mínimo del 40% de energía.

5. Aplicación de medidas de ahorro al consumo energético municipal, en especial alumbrado público, la red de agua potable y el gasto en edificios y dependencias municipales. De esta forma, con la realización de auditorías energéticas a los tres sectores del consumo municipal y la inversión en tecnologías y sistemas adecuados, se lograría la reducción del consumo eléctrico en ellos en un 50% para 2009.

Algunas medidas serían la sustitución de electricidad por gas natural en cocinas, ACS y calefacción en todos los edificios municipales ya citados, la reducción drástica del número de horas de alumbrado público festivo, la sustitución inmediata de lámparas y sistemas de alumbrado ineficientes y derrochadores en los edificios municipales, la regulación de los sistemas de climatización e iluminación en centros educativos, comercios y empresas y la realización de campañas de concienciación ciudadana participativas y efectivas.

( tomado de Los Verdes de Andalucia)

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